Lulú Petite

La zona amigos

Cuando quieres andar con alguien la pones al centro del universo. Te desvives por complacerla, tratas de dedicarle todo tu tiempo libre. A ella le encanta tu compañía, se divierte contigo, te tiene confianza, te quiere pero… no se le antoja coger contigo.

Seguro ya te ha pasado más de una vez, te gusta una chica, entonces decides conquistarla. Tu estrategia: andar con ella hasta que caiga, frecuentarla, acompañarla, lograr que te tenga confianza y cariño. Te gusta, en eso eres bastante obvio, la tratas como una reina pero ella, te considera un amigo. ¡Oh no! Has entrado a la friend zone o zona amigos.

“Eres como un hermano para mí”, “Eres mi mejor amigo”, “Eres mi confidente”. ¡No mames! ¿Amigos? Tus amigos son los chavos con los que juegas futbol, platicas de chavas y te echas unos drinks. Con tus cuates vas al table, no al cine, con ellos te revientas un pedo, no te lo aguantas con el riesgo de reventarte el intestino.

Decirte que te quiere como amigo es como darte una patada entre muslo y muslo. Eso no se hace. A ella no la quieres para confidente ni para amiga y que salga con eso de la hermana, te hace sentir un cabrón incestuoso. No, tú no quieres sus confidencias, tú la quieres encuerada y en tu cama. Apretarle las pompis, besarle los labios, abrirle el escote.

¡Carajo! Eres hombre, tienes la testosterona a tope, últimamente ya no puedes ni abrazarla sin sentir como aquellito se te empieza a hinchar y ella te sale con el cuento de que te quiere como amigo. Que no manche, si la onda es de amigos que vaya contigo a un partido de futbol, que piche las chelas, que lleve el carro y lo maneje. No. Lo tuyo es romance. El pedo es que no se lo has dejado claro o ella se está haciendo la que le habla la Guadalupana.

¡Cabrón! Despierta. El que se ha puesto de a pechito en la zona amigos eres tú. Neta. No inventes. El problema con los que entran a la zona amigos es que crean el confort antes de provocar la atracción.

A una persona que quieres enamorar, ligar o coger, antes de hacerla sentir que eres una persona maravillosa, confiable, amable, adorable, debes demostrarle que eres un hombre cogible, un tipo atractivo, que ella pueda imaginar en su cama, con tus labios en su boca o, ¿por qué no?, en sus pezones.

De verdad. Lo primero que debes tener claro es que ella debe verte como un prospecto. Desde el principio. Si vas creando una zona de confort, donde ella se sienta demasiado cómoda, atendida, necesitada, querida, vas a entrar a esa zona desastrosa. A un amigo lo ves como a un cabrón sin pito. Ya sé lo que pensaste ¡Ouch! Pero así es, hacerte su amigo es como castrarte.

Simplemente a un amigo no te lo imaginas en la cama y si no te lo imaginas, no sucederá. Recuerda que las mujeres tendemos a idealizar, eso significa que para que llegues a treparte a nuestra cama, antes debemos visualizarte en ella. Que pensemos que es posible es el único camino para hacerlo posible. ¿Me explico?

Las mujeres somos muy sexuales. Créeme. No somos tan delicadas como parecemos o queremos parecer. Podemos saber que nos vamos a coger a un hombre desde el primer momento en que lo vemos. Tú eres un potencial inquilino de su colchón. No desperdicies tiempo.