Lulú Petite

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Chipi-chipi

2011-07-06


Eran las 8:30 de la noche, el cliente llevaba 30 minutos esperándome en el hotel y el tráfico me tenía a mitad del camino. El promedio de tiempo a esperar entre la llamada y que llegue a toca la puerta de un cliente es de veinte minutos, pero entendiendo que la lluvia apendeja el tráfico, espero que comprenderá el retraso. A las 8:40 me llama, le explico el motivo de la tardanza, afortunadamente ya estoy entrando al estacionamiento del hotel.

Por la voz en el teléfono, me imaginaba a un hombre maduro, de cuarenta para arriba, pero me recibe un chico apenas unos centímetros más alto que yo, cabello castaño, un poquitín largo, ojos cafés, delgado, playera roja, blue jeans, lentes y de unos veintipocos. Para salir de dudas y evitar cualquier posible Kalimbazo, le pido la rigurosa presentación de la credencial del IFE.

-¿Te la tengo que dar?
-No, sólo muéstramela

Con los comerciales del IFE, capaz que pidiéndole más me salvo del Kalimbazo, pero me persigue la FEPADE por andar pidiendo credenciales pa votar. El chavo era un manojo de nervios encantador, apenas podía controlar sus temblores mientras nos desnudábamos.

Nos tiramos sobre la cama y empezó a besarme, mientras se hacía bolas para quitarme la lencería, besuqueaba ansioso mis pezones y los lamía como gatito, paseó su lengua por todo mi  cuerpo, se detuvo entre mis piernas, suspiró y siguió. La lluvia arreció mientras hacíamos el amor.

Me quedé con él hasta que aguacero era ya un modesto chipi-chipi que golpeteaba la ventana, entonces le di un beso muy cachondo, me metí a bañar y comencé a vestirme. 

Lo había notado desde que me abrió la puerta, pero de todos modos me lo confirmó antes de irme: Fui su primera vez y estaba muy emocionado.

Besitos...