Lulú Petite

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De qué escribir

2011-11-09
Estoy  en el Distrito Federal, 5532725022

Como lo comenté hace unos días, cuando estaba en la agencia y no había mucha chamba, nos daba por platicar. Las pláticas entre mujeres, pueden tratar de los más diversos temas, pero siempre existe el riesgo de que terminemos hablando de hombres. En lo encantadores y odiosos que pueden ser. En lo predecibles que son para unas cosas y en lo complicados que son para otras.

A veces platicábamos sobre los clientes, sobre sus costumbres y estilos, sobre quién nos gustaba o quién preferíamos que lo atendiera alguien más. Otras veces, la mayoría, hablábamos de hombres, pero de los que nos movían el tapete, de esos a los que no les cobrábamos y compartían nuestras sábanas después de las jornadas de trabajo, de aquellos con los que hacíamos planes del tipo "erase una vez" y "felices para siempre". Yo era muy discreta, no me gustaba hablar de mi vida privada (quién me leyera ahora), así que callaba y escuchaba.

Ahora, en El Gráfico, cuando escribo de mi vida personal. Las opiniones se dividen, hay a quienes les gusta que cuente exclusivamente pormenores del negocio, cuántos clientes atendí, cómo lo hicimos, si lo disfruté, si fue malo. Prefieren que sólo cuente asuntos de sexo por dinero. Hay también otro grupo de lectores y lectoras que les gusta que cuente otros detalles de mi vida, la escuela, los pretendientes, los ratos en que el corazón me late y se da el lujo de aceptar a alguien en mi cama por el puro gusto de un orgasmo no financiado. Ultimadamadresmente podría decir que escribo lo que me nace, pero algo en el orgullo me obliga a corresponder a cada lector que se tome el tiempo de leer lo que escribo en el periódico, acá o en el twitter y, naturalmente, eso hace imposible darle gusto a todos. Lo más sencillo es seguir como hasta la fecha, diciendo de mi vida las cosas que me van pasando, así eso tenga que ver con clientes, con Goliats, con Davides, o con lo que sea, el chiste es ir dejando testimonio de lo que me va pasando, en una ciudad convulsa, viva, hermosa, contradictoria y, eso sí, muy cachonda.

De todos modos, acá puedo leer opiniones. Con la idea de que he de escribir sobre lo que me pasa o me consta, no me caería nada mal saber qué temas les gustaría que tocara en el periódico, de qué escribir, que puede servir para sacarles una sonrisa o inspirarlos para que se tejan una chamarrita. En fin, ganas es lo que sobran, opiniones nunca y siempre serán bien agradecidas...



No olviden, hoy Distrito Federal, mañana Toluca, el viernes Querétaro y el sábado León...

Besitos