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Dicen que uno de los temas que más ocupan nuestros pensamientos y energías es el amor.
Cuando estamos enamorados pensamos que lo único importante en nuestra vida es la persona amada. Casi todo nuestro tiempo lo invertimos en pensar esa persona.
Enamorarse es normal. A todos nos pasa y todos lo vivimos con la misma desinformación. Creemos que la seducción, la conquista y el sexo, son cosas que se nace sabiendo y, por lo tanto, no pueden enseñarse.
Si alguien nos trae de cabeza y somos mal correspondidos, es peor. Tienes que pasar ese trago solo y, probablemente, sobrellevar el rechazo. La gente dice que eso no es importante, menosprecia el valor de lo que pasa en nuestra cabeza, cuerpo y corazón. No hay a quién acudir, con quién compartir lo que sentimos y, además, no estamos preparados para hacerlo por nuestra cuenta.
Todos lo hemos vivido, pero nadie nos ha enseñado.
En la escuela, aprendimos español, matemáticas, álgebra, ciencias, pero nunca nadie nos dijo qué hacer cuando viéramos a alguien que nos moviera cañón el tapete, cómo acercarnos y decirle que nos gusta, nadie nos explicó cuáles son las técnicas más eficaces para conseguir un primer beso, para provocar un buen orgasmo.
¿Qué diablos te puede importar cualquier otra enseñanza frente a la posibilidad de aprender paso a paso cómo conquistar a la mujer de tu vida?
¿Absurdo?
¡Para nada!
Conquistar, seducir, complacer, son cosas que también pueden enseñarse y aprenderse.
Los seres humanos respondemos a estímulos, la mayoría de ellos aprendidos, que van orientando las formas en las que hemos de reaccionar ante situaciones distintas. Si se domina bien una técnica, nuestras relaciones humanas serán mucho más fáciles.
Las relaciones amorosas, amistosas y demás pasan por ciclos que se repiten una y otra vez, quienes saben por dónde llevarlas caminan al éxito; quienes no tienen que vivir más fracasos antes de encontrar eso que llamamos felicidad.
Por eso estoy convencida de que la seducción y la complacencia son técnicas que pueden compartirse y aprenderse con resultados exitosos.
El primer paso es tomar la decisión de construir tu felicidad. El segundo es comenzar a aprender, el tercero, poner en práctica y el cuarto ser feliz.
¿Quieres aprender a ligar? ¿Conocer a una mujer, abordarla y ser correspondido? ¿Te gusta tu mejor amiga? ¿Hay una chava con la que siempre has querido estar y nomás no se te hace? ¿Vas por el mundo buscando al amor de tu vida y de plano no lo encuentras?
¿Quieres tener el sexo más placentero de tu vida?
¡Yo te enseño! Puede parecerte extraño, pero la experiencia de una mujer con un buen camino andado y mucha experiencia en la cama te puede ser de ayuda.
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